Y es que el irreductible modelo alemán de la Volkswagen, que se ha dejado de fabricar sólo hace poco años, le llovían los competidores dentro de su propio país. Muy conocidos fueron los modelos de DKW por sus motores de 3 cilindros y 2 tiempos, que en amplia gama se enfrentaban sin complejos a la competencia. Siendo el Auto Union 1000 el cabeza de gama, con su característica forma, los «Junior» se situaban un paso por debajo, contando con cilindradas de 741cc, 796cc y 889cc. Su estilismo contrastaba con el clasicismo de su hermano mayor, estando a la última moda en aquel momento, con líneas propias de coches mayores, una carrocería de 3 volúmenes perfectamente diferenciados, con unas aletas traseras al más puro estilo «haiga» americano.
Sin embargo, bajo esa apariencia moderna se escondía un chasis separado de la carrocería, y unos motores que el público comenzaba a minusvalorar, juzgándose como ruidosos y poco elásticos, en contraste con un motor de 4 cilindros. Quizás, ésta característica sea la que hoy nos atraiga más, seducidos por los encantos de una técnica que ha desaparecido. En Zamora ha aparecido este ejemplar para restaurar, ¡nacional! con matrícula de Tenerife. Cuenta el propietario que su primera matrícula fue en la antigua colonia del Sáhara (SH), siendo rematriculados a posteriori una vez desocupado. Precisa también que tiene sólo 50.000 km, pero que necesita unos cuidados antes de ponerse en marcha pues lleva más de 20 años parado. Piden 3.000 euros, y lo podemos encontrar en MilAnuncios.

Comentarios desactivados en Contra el Escarabajo: Auto Union DKW Junior de Luxe de 1962